Después de cuatro meses de vivir en madrid, un amigo me recomendió que ibamos a un mercado, el fin de semana anterior ha comprado una chaqueta de Levis por diez euros. Mis compañeros de piso y yo fuimos al Rastro el domingo pasado. El Rastro es un mercado de segundo mano en el centro de Madrid. Está en Madrid todos los domingos por las mañanas hasta las tres de la tarde.
Nos levantamos pronto y nos fuimos al banco con la esperanza de encontrar algunas golosinas y caminamos hacia el mercado. En nuestro camino al mercado, pasamos por la Plaza Mayor, donde había una docena de unas coleccionistas de sellos. Tenían miles de sellos en una variedad de libros grandes, como los albúmes de fotos. Los sellos fueron antiguos y de una serie de generaciones. Había incluso un sello que valía 250 euros. Mis compañeros de piso querian comprar unos sellos entonces elegí los sellos más “españoles” que tenían – toros dibujados en ellos. La colección tenía unos 15 sellos en él y me costó un gran precio de 1.50.
Al final, pensé que la compra de los sellos fuera una buena idea porque cuando estaba en Italia, empecé a coleccionar cosas de los 18 meses que he estado en el extranjero y me gustaría hacer un libro de recuerdos cuando vuelva a Inglaterra. Pensé de la idea cuando estaba comprando postales cuando estaba en una ciudad o pueblo diferente. Ahora guardo todos los billetes de tren, tarjetas de restaurant para ponerlos en mi libro de recuerdos … y ahora tengo sellos españoles.
El mercado era enorme. Había cientos de puestos en el mercado situados en un montón de las calles y en las plazas. Los puestos vendieron cosas de todo tipo. Estaban los puestos de los mercados comunes que se vean en Inglaterra, los puestos que venden ropa y gafas de sol pero la mayoría de los puestos estaban llenos de cosas antinguas y más bonitas; chaquetas, bolsos de piel, joyas … Habían muchas personas viendo la variedad de músicos en la calle también.
Creo que una de las mejores cosas sobre el mercado era que está situado en una calle que está llena de tiendas de antigüedades. Las tiendas de antigüedades han puesto todo de su mejor colección en la calle donde estaba el mercado y luego, si querías saber o ver más información de la colección que había por fuera podría entrar en la tienda. También hubo callejones que estaban detrás de las tiendas, habíá más colleccionistas. Compré una petaca, el pensamiento de los precios de alcohol en la vuelta a Inglaterra me maté un poco por dentro.
Fuimos del mercado sobre las dos y compramos la comida para una comida de los compañeros. Hemos comprador un pollo asado, arroz, patatas fritas, ensalada, pan, nuggets de pollo, empanada y croquetas … una interpretación española de la “comida de los domingos.”
ENGLISH TRANSLATION
After four months of living in Madrid and being recommended to go by a friend that had picked up a Levis jacket the last weekend for ten Euros, my house mates and I decided to go to El Rastro last Sunday. El Rastro is a vintage (second hand) market in the centre of Madrid. It is on every Sunday between sometime in the morning until three o’clock in the afternoon.
We all got up, went to the bank hoping to find some treats and walked towards the market. On our way to the market we passed by Plaza Mayor, where there were a dozen stamp collectors. They had thousands of stamps in a variety of huge photo frame like books. The stamps were years old and from a number of generations. There was even one stamp that was worth 250 Euros. I was talked into buying some stamps by my roommate so I chose the most Spanish looking stamps that had bulls on them. The collection had about 15 stamps in it and cost me a grand price of 1 euro 50.
I thought the stamps were a good idea in the end because I started collecting things from my 18 months abroad and will hopefully make a memory book when I get back home to England. I thought of the idea on my Erasmus in Italy when I was buying postcards from every city or town that we visited and then it just expanded to train tickets, restaurant cards… and now Spanish stamps.
The market itself was huge. There were hundreds of stalls surrounding lots of streets and plazas and selling all types of things. There were the usual market stalls that you see in England, selling clothes and sunglasses. But the majority of stalls were full of the most beautiful vintage items; jackets, leather bags, jewelry…There were huge crowds of people watching the variety of street musicians.
I think that one of the best things about the market was that it is located on a street that is booming with antique stores. The antique shops has put all of their best collection onto the street which merged into the market and then if you wanted to know or see more of the collection that they had then you could go inside of the shop. There were also alley ways that led behind shops where there were more collectors. I bought a hip flask as the thought of the orices of alcohol back in Madrid, killed me a little inside.
We left the market around two o’clock and bought a house mate dinner: a cooked chicken, rice, chips, salad, bread, nuggets, empanada, and croquets… a Spanish interpretation of a Sunday roast.