We were unfortunately not blessed with great weather this month; for over 2 weeks there was constant heavy rain which reminded me a lot of home, so on the rare sunny days, I took to escaping the city by going on a couple of day trips, one to Alcalá de Henares by train (Cercaniás Renfe) and I finally visited Toledo by bus, which I would definitely recommend to anyone visiting Madrid with a free day. Luckily, as a student with the abono joven (discounted monthly travel for under 26 year olds), both trips were included in the fee since they were still within the zones permitted.
I went to Alcalá de Henares in late February, the birth town of Miguel de Cervantes who wrote ‘Don Quixote’ and was a mixture between medieval history whilst being enough of a modern city. From the train station walking into the city, the sight of the University of Alcalá was actually amazing, I could tell why this place was given the title of a UNESCO World Heritage Site, and it felt unreal to be in a place that was the world’s first planned university city. I did not have much of a plan when visiting, but was content with walking around and enjoying the surroundings and taking a break in Plaza de Cervantes, and it was only this day that I realised Madrid’s very own “Puerta de Alcalá” was connected to the fact that Alcalá de Henares also had a “Puerta de Madrid” that served as a route linking the two cities. I also visited the ruins of the ancient Roman city, Complutum, which is conveniently what my exchange university was named after (Complutense) and it was interesting seeing the floor plans and structure of the city, plus it was free to visit.
Un collage de lugares a los que fui en Alcalá de Henares
I was so impressed on my day trip to Toledo, it is a city that links Christian, Jewish and Muslim culture by having various religious sites within a single place and I managed to walk through pretty much everywhere within 5 or 6 hours, and it was the perfect escape from Madrid. I personally loved el Puente de San Martin and getting lost in the cobbled streets of the city, I managed to stumble upon some Arabic bath ruins after speaking to an elderly couple who were curious as to what I was doing after coming out of a smaller street, to which I responded that I was doing a loop of the city and they suggested for me to walk about 5 minutes down the road. It offered a stunning view of the river Tagus with very few tourists and I could see why they said that they enjoyed going there to sit and take in the sun.
Vista del Puente de San Martín a lo lejos
On the 8th of March, it was International Women’s Day and there was rain all day, with several events happening in the city. I attended the march in the evening with a few of my friends and we all dressed in purple and joined the thousands of citizens who marched from Plaza de Cibeles to Plaza de España, and it felt so powerful and liberating to be part of such a strong force of women and also among supporters of feminism. I even saw children attending with their parents and holding signs hoping for a better future where women can achieve equality with men. On another rainy day, I decided to go to the Prado museum, which is free for students if you get the ticket in person and show proof of university ID, and I definitely understood why it was one of the most popular ones to visit, with so many collections from the most renowned artists and it took several hours to take in all of the amazing artwork and was a perfect way to spend an afternoon indoors.
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Tuvimos muy mala suerte de no contar con buen clima este mes; durante más de dos semanas hubo lluvias constantes que me recordaron mucho al Reino Unido. Por eso, en los raros días soleados, aproveché para escapar de Madrid con un par de excursiones, una a Alcalá de Henares en tren (Cercanías Renfe) y, finalmente, visité Toledo en autobús, lo cual definitivamente recomendaría a cualquiera que visite Madrid y tenga un día libre. Afortunadamente, como estudiante con el abono joven (el abono mensual con descuento para <26 años), ambos viajes estaban incluidos en la tarifa, ya que aún estaban dentro de las zonas de la Comunidad de Madrid.
Fui a Alcalá de Henares a finales de febrero. Es la ciudad natal de Miguel de Cervantes, autor de Don Quijote, una mezcla de historia medieval con el ambiente de una ciudad moderna. Desde la estación de tren hasta el centro, la vista de la Universidad de Alcalá me pareció increíble. Pude entender por qué este lugar recibió el título de Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, y se sentía irreal estar en la primera ciudad universitaria planificada del mundo. No tenía un plan específico para mi visita, pero disfruté caminando, explorando los alrededores y descansando en la Plaza de Cervantes. Ese día también me di cuenta de que la “Puerta de Alcalá” en Madrid estaba conectada con el hecho de que Alcalá de Henares tenía su propia “Puerta de Madrid”, que servía como una ruta que unía ambas ciudades. Además, visité las ruinas de la antigua ciudad romana de Complutum, cuyo nombre curiosamente inspiró el de mi universidad de intercambio (Complutense). Fue interesante ver los planos y la estructura de la ciudad, y lo mejor es que la entrada era gratuita.
Mi excursión a Toledo me impresionó muchísimo. Es una ciudad que une la cultura cristiana, judía y musulmana, ya que alberga diversos sitios religiosos en un mismo lugar. En unas cinco o seis horas pude recorrer prácticamente todo, y fue la escapada perfecta de Madrid. Personalmente, me encantó visitar el Puente de San Martín y perderme en las calles empedradas de la ciudad. En una de esas caminatas, después de salir de una calle pequeña, una pareja mayor, curiosa por lo que estaba haciendo, me preguntó adónde iba. Les conté que estaba dando una vuelta por la ciudad y me recomendaron caminar unos cinco minutos más adelante. Gracias a su consejo, descubrí unas ruinas de antiguos baños árabes con una vista impresionante del río Tajo, casi sin turistas. Pude entender por qué ellos disfrutaban ir allí para sentarse y tomar el sol.
El 8 de marzo (8M) fue el Día Internacional de la Mujer, y aunque llovió todo el día, hubo varios manifestaciones en el centro de la ciudad. Por la tarde asistí a la marcha junto con algunas amigas; todas vestimos de morado y nos unimos a los miles de ciudadanos que marcharon desde la Plaza de Cibeles hasta la Plaza de España. Fue un momento muy poderoso y liberador, al estar rodeada de tantas mujeres y personas que apoyan el feminismo. Incluso vi a niños con sus padres con carteles que expresaban su esperanza por un futuro mejor, donde las mujeres puedan alcanzar la igualdad con los hombres.
Otro día cuando también llovía, decidí visitar el Museo del Prado, que es gratuito para estudiantes si consigues la entrada en persona y muestras la identificación universitaria. Finalmente entendí por qué es uno de los museos más visitados, con tantas colecciones de artistas reconocidos. Pasé varias horas admirando las increíbles obras de arte, y fue una manera perfecta de pasar la tarde bajo techo.